El expúgil, uno de los mejores libra por libra de su época, quedó tercero en los comicios de su país. “Como atleta, sé aceptar la derrota”, dijo.
El exboxeador Manny Pacquiao sufrió una dura derrota en las elecciones presidenciales de su país. Finalizado el recuento de votos, quedó tercero en los comicios que se desarrollaron para elegir al máximo dirigente político del país.
El expúgil, retirado de la actividad deportiva en septiembre de 2021 y dedicado a la política desde 2017, aceptó la derrota a manos de Ferdinand Marcos Jr, hijo del fallecido dictador homónimo del archipiélago asiático. En segundo lugar, en tanto, quedó la liberal Leni Robredo.
“Como boxeador y atleta, sé aceptar la derrota”, dijo Pacquiao en un video que publicó en sus redes sociales el martes por la noche. “Solo espero que aunque yo haya perdido esta pelea, mis compatriotas filipinos que están sufriendo ganen”, añadió.
Pacquiao había expresado sus intenciones de ser presidente de Filipinas apenas anunció su retiro del boxeo y con ese objetivo se presentó como candidato en las elecciones que se desarrollaron el último fin de semana. Sin embargo, los sondeos estaban lejos de mostrarlo como favorito.
La derrota fue dura: Marcos Jr. reunió más de 31 millones de votos en un recuento extraoficial en lo que se proyecta será uno de los mandatos más fuertes que haya obtenido un presidente filipino en varias décadas. Pac-Man apenas alcanzó el tercer lugar al obtener unos 4 millones de sufragios (6,6%).
Pacquiao, que se presentó con la promesa de combatir la corrupción y las drogas y mejorar el nivel de vida de la población, deseó éxito al ganador, Marcos Jr, y le pidió que trabajara para “ayudar a los muchos pobres” del país.
La profunda idolatría que los filipinos sienten por Pacquiao no alcanzó para que lo eligieran como presidente. Pac-Man supo ser un niño de la calle que llegó a lo más alto del boxeo internacional y que hasta el momento conserva el mérito de ser el único púgil en haber sido campeón en hasta 8 categorías de peso distintas. Además, fue considerado uno de los mejores libra por libra de su tiempo.
Sin embargo, en el ámbito político su postura es controvertida: ha apoyado la sangrienta guerra contra las drogas del presidente saliente Rodrigo Duterte y muchos lo han criticado por sus permanentes ausencias en su trabajo como parlamentario.