Dueña de un carisma muy especial, la actriz sufrió un grave problema de salud que nadie pudo anticipar.
“Espero que la gente disfrute lo que hago. Eso me haría feliz porque le estaría dando placer a los demás mientras hago algo que me gusta”. Heather O’Rourke siempre pensaba en el otro. La nena de la película Poltergeist, cada vez que daba una entrevista, hablaba sobre lo compañera que era de su mamá y de lo bien que se llevaba con su hermana.
Todo era felicidad para ella hasta que un mal diagnóstico médico provocó la tragedia. A los 12 años, la protagonista de uno de los éxitos más importantes del terror murió por un extraño problema de salud que no fue detectado a tiempo. Su pérdida fue dolorosa para Hollywood porque su futuro era inmenso, al igual que su carisma.
La película que había protagonizado -que por estos días vuelve a los cines tras cumplirse 40 años de su realización- recibió el mote de “maldita” para su elenco por diferentes circunstancias trágicas que la rodearon: el crimen de Dominique Dunne, otra de sus protagonistas; el uso de esqueletos reales en la filmación; y la suerte fatal de algunos actores secundarios.
Quién era Heather O’Rourke, la nena de “Poltergeist”
Heather Michel O’Rourke nació el 27 de diciembre de 1975. Su mamá, Kathleen O’Rourke no tenía idea que llevaba dos bebés en su vientre hasta que tuvo un aborto espontáneo y siguió con signos de embarazo. Es ahí donde se dio cuenta que esperaba otro bebé.
De acuerdo a la biografía oficial que está publicada en la web, Heather pasó gran parte de sus primeros años en Santee, un pequeño pueblo al este de San Diego. Su padre era carpintero, mientras que su madre trabajaba limpiando casas pocas horas al día para ayudar a la economía familiar.
La protagonista de Poltergeist tenía una hermana más grande, Tammy, que fue la primera en entrar al mundo del espectáculo. Entre clases de danza y tap, ganó un concurso de belleza que hizo ver su talento. Su mamá la llevó a diferentes castings y consiguió actuar en The Tim Conway Show de la CBS.
Pero a Heather también le gustaba lo mismo. Por eso, el representante de Tammy se lo advirtió a la madre y, muy rápido, empezó su recorrido a través de algunas publicidades de juguetes, negocios y hamburgueserías.
Una cosa llevó a la otra y Tammy logró estar en otra producción, esta vez de la MGM, llamada Pennies from Heaven. Como Heather era muy chica para ir a la escuela, la madre la llevaba con ella a los ensayos y filmaciones de la hermana. Fue en un comedor del estudio cuando la pequeña se cruzó con el hombre que la iba a descubrir: nada más ni nada menos que Steven Spielberg.
Cómo llegó al éxito de “Poltergeist”
A los 5 años, Heather O’Rourke, poco después de iniciar el jardín de infantes, ya había trabajado en publicidades muy recordadas en los Estados Unidos y había hecho su primera aparición en una serie con mucha audiencia: La isla de la fantasía.
Mientras su madre le buscaba un futuro, Heather lo encontró de la forma más inverosímil. Un fortuito cruce con uno de los directores más importantes de la industria permitió que la nena lograra ser la cara de una de las películas de terror más importantes de la historia.
Steven Spielberg, que producía Poltergeist, no había encontrado aún en 1980 a la nena que iba a ser la gran estrella del elenco. Barajaba la posibilidad de que Drew Barrymore actuará allí, pero prefirió que lo hiciera en E.T. Los dos filmes tienen una historia en común por locación y producción.
Un mediodía, Spielberg la observó sola en el comedor de los estudios de MGM, donde su hermana grababa Pennies from Heaven. El realizador le preguntó si se podía sentar junto a ella. “No me dejan hablar con extraños”, dijo Heather, lo que enterneció aun más al director.
Al llegar su hermana y su madre, le comentó que buscaba a una nena para una película que estaba haciendo, aunque la edad de Heather no le pareció que se ajustara al papel. Agradeció y se fue. Pero al otro día, Spielberg volvió, señala la biografía oficial de la actriz: buscó hacerle una “prueba de gritos”. Así, aterrizó en uno de los films con las historias personales más espeluznantes del mundo del espectáculo.
La maldición que rodea a “Poltergeist”
Tras su estreno en 1982, Poltergeist acumuló situaciones violentas, tragedias y tejió un halo sobrenatural que alimentó el mito de que el largometraje dirigido por Tober Hooper y producido por Steven Spielberg es uno de los más malditos de Hollywood.
La trama de Poltergeist no es para nada convencional. Una familia de clase media se muda a una casa de un suburbio que está en plena expansión. A medida que van pasando los días empiezan a experimentar diferentes fenómenos sobrenaturales relacionados con el lugar en el que se instaló la propiedad: debajo de esa construcción había un cementerio y los cuerpos nunca se removieron.
El argumento, poco explorado por esa época, fue la clave para que el film sea un furor. Con poco más de 10 millones de presupuesto, recaudó casi 80 millones solo en los Estados Unidos. Fue un número extraordinario para el género.
Spielberg supervisó cada momento del rodaje que tuvo instancias complejas: el manejo del grupo por los efectos especiales, la contención de los nenes que eran las principales figuras y la supervisión de algunas situaciones que se vivieron en el set con el director.
El realizador había contratado a su colega después de haber visto una de las películas independientes más relevantes del universo del terror, de 1974, como The Texas Chain Saw Massacre (en la Argentina traducida en VHS como El loco de la motosierra).
Si bien nunca lo expuso, entre bambalinas, algo le hacía ruido al cineasta, que fue tomando cada vez más preponderancia en la toma de decisiones día tras día. Una de las razones era muy clara: la visible adicción a la cocaína de Hopper, al que se lo veía pasado.
Entre los escalofriantes relatos alrededor del film hay dos, además de la muerte de O’Rourke, que toman preponderancia: el brutal femicidio de Dominique Dunne, una de las actrices principales que fue estrangulada por su expareja en el mejor momento de su carrera; y el uso que hubo de esqueletos reales en lugar de goma en una de las escenas del final, confirmado por la propia protagonista, JoBeth Williams.
Así fue la trágica muerte de Heather O’Rourke
Tras la realización de Poltergeist, la vida de Heather cambió para siempre. Sus trabajos, lentamente, empezaron a crecer y su cara apareció en las series Happy Days, Webster, Still the Beaver. Todas las producciones eran exitosas. A su rol de Carol Anne Freeling no lo dejó de lado. En 1986 hizo Poltergeist II y, dos años después, en 1988, comenzó el rodaje de lo que sería su película póstuma: Poltergeist III.
Los problemas de salud de Heather arrancaron en enero de 1987, cuando sufrió la hinchazón de sus piernas, de un momento para el otro, además de un severo estado febril. Los médicos que la vieron en ese momento creyeron que era una gripe, pero al percibir que los síntomas seguían determinaron que la nena sufría de la enfermedad de Crohn, un trastorno que afecta al aparato digestivo.
Con un tratamiento para ese problema, Heather empezó a mejorar, pero el rodaje de la tercera parte de Poltergeist no fue del todo fácil de llevar para ella: en algunas escenas, incluso, se nota el mal estado de su cara.