La intendencia de La Rioja capital hace años se queja de una falta de recursos para implementar políticas de gestión en los problemas de ciudad, pero sin embargo, Inés Brizuela y Doria, comenzó a pasar a planta a algunos de los empleados que hace años esperan su lugar de estabilidad laboral, una buena noticia sin dudad para aquellos que les toque, mientras los que no, al menos esperan un tan ansiado aumento en sus haberes equivalente a la mejora que tuvieron en los recursos que reciben de nación.
«Vamos a comenzar con aquellos que hacen las tareas que nadie quiere hacer, los que tienen que salir a la calle día a día a limpiar, ordenar, construir, y cuidarnos. Y todos los que son parte de ese proceso virtuoso. El Estado viene siendo un mal ejemplo de empleador. Ha sido durante todos estos años un mercader de esperanzas, aprovechándose de la necesidad de los más vulnerables. Nuestros compañeros han tolerado en silencio y con prudencia esta situación. Pero llegó la hora de empezar a escribir otra historia», señaló la la intendenta capitalina.
Lejos que querer discutir temas importantes, tomo la postura que tanto critico de sus antecesores, y el pase a planta parece hoy ser lo mas importante, negándose a discutir la coparticipación que pretende el gobierno de Quíntela en el seno de una reforma de nuestra constitución brindando el rango de derechos constitucionales a los recursos que cada municipio recibe para desempeñar sus funciones y así poder hacer frente a sus compromisos patronales.
Que pasara con aquellos trabajadores pem que no sean agraciados con el decreto, esa es la gran pregunta, por ahora solo seguir limpiando, cuidando, trabajando sin los medios óptimos y sin aumento salarial.