Motosierra: Milei disuelve la AFIP y despide a más de 3 mil empleados

Con 3.100 despidos y una estructura más chica, el Gobierno elimina la AFIP y crea una nueva agencia de recaudación. Conocé el impacto en la economía.

El Gobierno argentino, bajo la administración de Javier Milei, dio un giro radical en la estructura fiscal del país al anunciar la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su reemplazo por la nueva Agencia Nacional de Recaudación (ANR). Este cambio, según el vocero presidencial Manuel Adorni, tiene como objetivo simplificar el sistema de recaudación y mejorar la eficiencia en el control aduanero.

El anuncio fue hecho sin aceptar preguntas de la prensa, pero con detalles contundentes: la nueva ANR estará a cargo de la recaudación de impuestos nacionales y el control de las operaciones aduaneras. Acompañada de una fuerte reducción de personal, la medida implicará la desvinculación de unos 3.100 empleados que, según el Gobierno, ingresaron de manera irregular durante la administración kirchnerista.

Entre los cambios más significativos, destaca la eliminación de un 34% de los cargos públicos dentro de la nueva estructura. El objetivo, según fuentes oficiales, es garantizar una gestión pública más eficiente y enfocada en resultados concretos.

El impacto de esta decisión no solo se refleja en la eliminación de puestos de trabajo, sino también en la reducción de jerarquías dentro del organismo. Un tercio de los cargos actuales serán eliminados, lo que supone un ahorro presupuestario estimado en $6.400 millones anuales.

En paralelo, los nuevos directores de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) asumirán funciones clave en este nuevo esquema. Andrés Gerardo Vázquez estará al frente de la DGI, mientras que José Andrés Velis, con una larga trayectoria en la modernización aduanera, tomará el control de la DGA.

La AFIP, creada en 1996 durante la presidencia de Carlos Menem, había consolidado la administración tributaria y aduanera bajo un mismo organismo. Sin embargo, el actual gobierno considera que su estructura está sobredimensionada y que no responde eficazmente a las demandas fiscales del país.

Con la creación de la ANR, el Ejecutivo busca optimizar el control de los recursos públicos y aumentar la recaudación, al mismo tiempo que reduce gastos operativos. Según explicó Adorni, el cambio también incluirá la implementación de nuevas tecnologías y sistemas de fiscalización más ágiles y modernos.

Uno de los aspectos más controversiales de la medida es la reubicación o pase a disponibilidad de 3.100 agentes que ingresaron a la AFIP durante gestiones anteriores. Esta cifra representa un 15% de la dotación actual del organismo. Si bien el Gobierno sostiene que los despidos se deben a ingresos irregulares, los sindicatos y sectores opositores ya han comenzado a criticar la medida.

Por otro lado, el personal que permanezca en la nueva estructura verá cambios en su remuneración. Los directores de la DGI y la DGA pasarán a cobrar sueldos equiparables a los ministros del gabinete, eliminando bonificaciones adicionales que elevaban considerablemente sus ingresos.

Este ajuste no es el primero que realiza la gestión de Milei en la estructura de la AFIP. En julio de este año, mediante el Decreto 559, ya se había reestructurado parte del organismo, centralizando las funciones de fiscalización en la Dirección General de Impuestos (DGI) y eliminando una serie de direcciones y jefaturas intermedias.

Con la disolución definitiva de la AFIP y la creación de la ANR, el Gobierno busca reforzar el control fiscal y aduanero, mientras se enfrenta a crecientes críticas por la ola de despidos y las políticas de ajuste implementadas.