Tras varias idas y vueltas, Lionel Messi volvió al Parque para homenajear a la Fiera. El estadio completo se revolucionó con la presencia del mejor del mundo.
Tras varias idas y vueltas, finalmente Lionel Messi volvió a pisar el Coloso del Parque. La Pulga fue el último invitado en llegar a la gran fiesta de Maxi Rodríguez e hizo estallar las gargantas leprosas. En el día de su cumpleaños número 36, el primero como campeón del mundo, se hizo el tiempo para homenajear a su gran amigo.
Mientras todo el mundo estaba en la cancha y recibía a cada una de las figuras, el mejor jugador del mundo arribó sin aglomeraciones a la puerta del vestuario y saltó al césped donde recibió una verdadera ovación. Por supuesto, le cantaron el feliz cumpleaños y le recordaron que «Messi tiene Lepra».
Hasta último minuto no se supo si el capitán de la selección argentina participaría de la jornada. Llegó alrededor de las 18.30 y entró por el portón de acceso al vestuario local, mientras el resto de las figuras pisaban el césped presentados por los locutores. Apenas pasadas las 19 asomó por el túnel y cumplió el sueño de todos los leprosos.
Messi ingresó inmediatamente después de Lionel Scaloni, el técnico de la selección, junto a los campeones del mundo Ángel Di María y Leandro Paredes, y desató la locura en el Coloso.
Antes del encuentro, Fideo le bajó el tono a los comentarios en torno a su presencia en el Coloso y aseguró que «vino a disfrutar de un amigo y una persona a la que le tengo muchísimo afecto». Además, aseguró que no le costó decidir jugar este partido.
El día tan esperado por Maxi arrancó con un almuerzo en el hotel de Puerto Norte, en el que agasajó a sus invitados con un asado. Todos los que llegaron llenaron de elogios a la Fiera, no sólo por su labor futbolística sino también por su calidad como persona, compañero y amigo.