Las autoridades abrieron una investigación por difusión de propaganda y uso de símbolos anticonstitucionales, y la obligó a regresar al país ibérico.
La Policía de Alemania negó la entrada al país este miércoles a la neonazi española Isabel Medina Peralta, de 19 años, por llevar esvásticas y un ejemplar del libro ‘Mi lucha’, obra de Adolf Hitler, informa Der Spiegel.
Según la revista, las autoridades españolas habían advertido a sus colegas alemanes que la joven llegaría al Aeropuerto de Fráncfort del Meno para, presuntamente, participar en una serie de eventos de la extrema derecha que tendrían lugar en Alemania.
Cuando Peralta llegó al aeropuerto, en su equipaje encontraron una bandera y un llavero con el símbolo de la esvástica, una copia de ‘Mi lucha’ y un libro propagandístico de la Liga de Muchachas Alemanas, una rama femenina de las Juventudes Hitlerianas.
Durante el interrogatorio, la mujer aseguró que solo colecciona objetos relacionados con esa época porque está investigando el nacionalismo desde una perspectiva histórica. No obstante, la Policía Federal abrió una investigación por difusión de propaganda y uso de símbolos anticonstitucionales y la obligó a regresar al país ibérico.
Der Spiegel destaca que la chica mantiene estrechos contactos con grupos de ideología afín en Alemania, país que ya visitó en otoño de 2021, y en el que se reunió con miembros del III camino, partido de extrema derecha en contra de los inmigrantes.
El medio alemán señala que se trata de una figura destacada del colectivo Bastión Frontal, que suele incitar a actos violentos contra los ciudadanos extranjeros en España. Asimismo, señala que a Peralta le gusta realizar el saludo hitleariano en público.
En febrero de 2021, Peralta participó como oradora en un homenaje a la División Azul, la unidad militar española que combatió a las órdenes de Hitler durante la II Guerra Mundial. En su discurso, destacó la necesidad de «luchar por España» y «por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo», que a su juicio «siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío».
La joven neonazi vio cómo su popularidad creció gracias a entrevistas y reportajes publicados en diversos diarios conservadores de tirada nacional, que insisten en retratarla en términos amables, como una ‘influencer’ del nacionalsocialismo o como ‘la nueva musa’ del fascismo español.