En virtud a una nota emitida en LN + donde se hace referencia a una falta de acompañamiento del Estado provincial a las iniciativas de los jóvenes y sus familias, es menester mostrar la realidad de una situación que, como mínimo, aparece engañosa y trastocada. La nota lleva como nombre: La Rioja: la provincia de la marginalidad, la droga e historias de vida muy duras.
El informe describe la vida en la zona rural de la provincia, mostrando testimonios de familias y jóvenes que, con mucho esfuerzo, se dedican al trabajo en el campo y desde donde sueñan forjar su futuro, en un contexto complejo, una característica que comparte todo el norte argentino, la región más postergada del país. La periodista pregunta cuáles son los problemas que padecen los vecinos y las respuestas son la falta de agua (La Rioja es la provincia más seca del país) y la distancia con los centros urbanos más importantes para poder continuar con los estudios. El informe también denuncia que hay un Estado ausente, sin embargo, la mayoría de los entrevistados dicen ser contenidos por planes sociales, ingresos que son complementarios con su actividad rural.
Sin aportar un solo dato concreto que respalde el “documento periodístico”, el off dice que “en La Rioja los jóvenes piden contención y un trabajo digno”, refiriéndose livianamente a un flagelo mundial, como el consumo de drogas y la falta de empleo, generalizando injustamente una situación sin discriminar situaciones personales y segmentos sociales (La Rioja es la provincia menos desigual del país).
Datos que esclarecen
“La Rioja es la provincia más seca de la Argentina, con una precipitación media anual de casi la mitad del promedio nacional”, dice un informe del Banco Mundial, y agrega: “Recursos hídricos escasos, una precipitación media anual de 385 mm – el promedio nacional según el Banco Mundial se encuentra en 591 mm -, y una elevada tasa de evaporación como consecuencia de las altas temperaturas hacen del terreno de La Rioja una zona donde el agua no abunda para sus pobladores”. Eso afecta la vida en las zonas rurales y es un factor común en el norte argentino. El problema no afecta de igual manera a todos los riojanos. Por un lado, las localidades del interior sufren, desde hace ya varios años, una severa crisis hídrica, provocada por la falta de lluvias y una gran cantidad de agua subterránea salina, no apta para consumo.
Otro dato que LN+ omitió es que La Rioja es la provincia menos desigual del país. Según el Coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en Argentina y tiene como fuente la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) elaborada por el INDEC, La Rioja es la provincia menos desigual del país. Le siguen Formosa, Mar del Plata y Neuquen. Esto significa que la distribución justa de los recursos es una política de Estado en la gestión de Ricardo Quintela, que logra una brecha entre ricos y pobres cada vez más ajustada. La Rioja también, según el INDEC, logró ser la provincia con mayor creación de fuentes genuinas de empleo.
Algo que LN + tampoco dijo es que 178 pueblos ya están conectados garantizando el acceso a internet en toda la provincia. A través de la empresa estatal La Rioja Telecomunicaciones “Internet Para Todos” se brinda acceso a banda ancha en cada hogar. Hasta la finalización de la pandemia en el año 2021 se concretó la conectividad en 61 pueblos rurales, se realizó la renovación de tecnología en 60 estaciones bases, lo que significo 140 pueblos con internet.
Asimismo se realizaron diferentes obras hídricas y de energía, concibiendo a éstas junto con la conectividad como derechos humanos porque permiten mejorar la calidad de vida de los habitantes. Por eso se llevaron adelante obras sumamente importantes como la creación de acueductos, reservorios de agua, diques para garantizar el agua para los habitantes de cada departamento de la provincia, así como de los animales y que sea dichas obras sean útiles, además para el desarrollo de los pueblos; así como obras de energía en la que se incluyen obras de electrificación que en muchos casos abarcan a 5 familias, es decir, que todo es pensado desde una visión humanista y de dignificación de cada riojana y riojano.
En ese contexto, permanentemente –y en muchos casos de manera anónima- se ayuda de diferentes maneras a las ciudadanía. Lejos de apelar a la demagogia, nuevamente el norte que motiva las mismas es seguir con la premisa impuesta de tener el oído en el pueblo pero con una mirada especial por los sectores más vulnerables, aquellos que históricamente fueron postergados y que necesitan la presencia del Estado. El adolescente al que refiere la nota no es el primero al que se le brinda apoyo para que cumpla su sueño.