El presidente ruso aseguró que los lanzamientos fueron en respuesta al ataque que destruyó parcialmente el puente de Crimea el pasado sábado.
El domingo, la capital de Ucrania, Kiev, y otras localidades recibieron un intenso bombardeo por parte del Kremlin. El lanzamiento de 75 misiles dejó a 10 personas fallecidas y otras 60 heridas.
Vladimir Putin, aseguró que fue en respuesta al ataque del sábado que destruyó parcialmente el puente de Crimea por el que acusó a los servicios secretos de Ucrania de perpetrar un “acto terrorista” a través de la explosión de un coche bomba. Es la única infraestructura que une la península con Rusia.
Se trata del primer ataque de Moscú a la capital ucraniana desde junio pasado. Tanto el presidente, Volodímir Zelenski, como el primer ministro, Denis Shmihal, afirmaron que al menos 11 infraestructuras esenciales fueron alcanzadas por el intenso bombardeo.
Entre ellas, la sede del Ministerio de Educación, en la zona universitaria, un parque infantil y la embajada de Alemania, entre otros lugares. De igual manera, además de Kiev, sufrieron destrozos ciudades como Zaporiyia, Lviv, Ternopil, Dnipro, Sumi y Járkov.
Para Zelenski, Rusia ha intentado “causar el mayor daño posible”. Incluso denunció, basado en informes del servicio de inteligencia de su país, que el bombardeo estaba planificado desde principios del mes de octubre.
Por su parte, Putin advirtió este lunes que el lanzamiento de misiles podría no ser el último siempre y cuando Ucrania no ataque lo que él considera territorio ruso. “Es imposible dejar sin respuesta los crímenes del régimen de Kiev”, habría afirmado el mandatario según el diario El País durante la reunión de su Consejo de Seguridad al que convocó luego del ataque del sábado.