El mandatario señaló que es «insostenible jurídicamente» la imputación y advirtió que la acusación «partía de una premisa insólita que decía que ella, como Presidenta, no pudo no saber lo que pasaba».
El presidente Alberto Fernández sostuvo este miércoles que es «insostenible jurídicamente» la imputación contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida como Vialidad y dijo que la exmandataria es «inocente», por lo que el pedido de 12 años de prisión y de inhabilitación perpetua para cargos públicos constituye un «error estrepitoso».
Fernández subrayó que tiene la «certeza» de que la vicepresidenta «es una mujer inocente y honesta» y aseguró que «no ha participado en nada» de lo que la acusan en la causa por presunto direccionamiento en la obra pública de Santa Cruz.
En diálogo con TN, el mandatario dijo que es «insostenible jurídicamente» la imputación y advirtió que la acusación «partía de una premisa insólita que decía que ella, como Presidenta, no pudo no saber lo que pasaba» con las licitaciones de Vialidad en Santa Cruz.
Para Fernández, «este juicio es un disparate jurídico respecto de Cristina» y señaló que el fiscal Diego Luciani «dijo un sinfín de disparates jurídicos».
En esa línea, explicó que un jefe de Estado está «muy alejado de una licitación pública» del tipo de las que se investigan en el juicio, y cuestionó que el pedido de pena de los fiscales Luciani y Sergio Mola considere que la exmandataria «tuvo responsabilidad de haber mandado un presupuesto donde estaban las obras que iban a Santa Cruz».
«¿Entonces todos los diputados y senadores son parte de una asociación ilícita?», razonó entonces el Presidente a modo de crítica, y en ese sentido añadió: «No se puede trabajar el Derecho Penal como se está trabajando en la Justicia federal argentina».
En cuanto a la posibilidad de conceder un indulto a la titular del Senado, contestó que el senador Oscar Parrilli emitió un posteo reciente en Twitter en el que remarcaba «para CFK ni indulto ni amnistía: justicia» y subrayó que ese mensaje «fue retuiteado por Cristina», con lo cual «la que no quiere pensar en un indulto es Cristina», amplió.
«No tendríamos que estar hablando de indulto», agregó luego ya que, desde el punto de vista legal, todavía «no hay ninguna condena» contra la vicepresidenta, más allá de que desde algunos medios «han logrado establecer una condena mediática», reprochó al referirse incluso a la señal televisiva a la que concedió la entrevista.
«Hace varios años ha habido una acción mediática en la que quisieron poner a Cristina en el lugar donde la puso el fiscal Luciani», repasó.
«Tengo una gran tristeza de ver lo que está pasando en la Justicia», afirmó Fernández, expresó que «la lógica del escrache y del insulto no se soporta más» y contó que «quiero estar cerca de Cristina porque la están lastimando».
«Ni Cristina ni yo no queremos defender acto de corrupción, no nos une la búsqueda de impunidad, nos une la búsqueda de justicia», formuló.
Fernández apuntó a «exigirle a la Argentina tener un sistema judicial realmente independiente y con jueces probos, y conocer sus patrimonios»
Según el jefe de Estado, «la vehemencia que ponen a investigarla a ella, a (Julio) De Vido, a Lázaro Báez, no es la vehemencia que ponen para investigar a los otros» y ejemplificó a «fiscales que van a jugar al fútbol a la a casa de (Mauricio) Macri, a jugar al padel a Olivos»
«Cuando asumí dije que iba a terminar con los sótanos de la democracia, y eso lo cumplí, porque no hay un operador del Estado hablando con jueces o fiscales, y es uno de los grandes orgullos que tengo», resumió.
Fernández, por otro lado, enunció que «la corrupción ha sido un mal endémico», dijo que él nunca robó y que tiene los mismos bienes o incluso menos que antes de asumir en el cargo y declaró: «En mi Gobierno puse todo mi empeño para que nadie robe y hoy no tenemos cuestionamientos».
Consultado sobre la convocatoria de actos y marchas en respaldo de la vicepresidenta, Alberto Fernández se mostró de acuerdo y manifestó que el Frente de Todos tiene que «generar una gran movilización para defender la democracia, los derechos humanos y reclamar una Justicia independiente».
«No me preocupa que la gente salga a la calle», sostuvo el mandatario, anticipó que este jueves hablará con los «compañeros» del Consejo Nacional del PJ, que preside, para definir los pasos a seguir sobre la organización de una movilización con esos objetivos, y finalmente remarcó que «estar en la calle no significa ser violento».
Además, afirmó que su principal «prioridad política es mantener unido al Frente de Todos» y dijo que hará «lo que tenga que hacer para que eso ocurra», tras lo cual resaltó que el objetivo común de la coalición oficial es «garantizar que en 2023 no vuelvan a ganar los mimos tipos que nos dejaron un país miserable».