El papa Francisco reiteró hoy que quiere viajar a Ucrania, aunque aclaró que está esperando el «momento adecuado» para hacerlo, durante un encuentro con refugiados en el Vaticano.
«Me gustaría ir a Ucrania, pero debo esperar el momento adecuado», respondió el papa a un niño ucraniano refugiado que le preguntó cuándo iba a ir a Kiev, según la señal de radiodifusión italiana RAI.
El encuentro se realizó en el patio de San Dámaso, reanudando así, tras dos años de pausa, el «Patio de los Niños» por el que el Vaticano recibe a menores que viven en condiciones de vulnerabilidad y fragilidad social.
«Oremos juntos por los niños que se quedaron huérfanos y huyen de la guerra; por los que sufren en todo el mundo a causa del hambre, la falta de atención médica, los abusos y la violencia; por aquellos a los que se les ha negado el derecho a nacer. ¡Protejamos a todos los niños!», tuiteó Jorge Bergoglio tras el encuentro.
Francisco subrayó en el encuentro que por el momento la situación no es segura y anunció que la próxima semana se reunirá con representantes del Gobierno ucraniano, con los que, entre otras cosas, también abordará la posibilidad de un traslado al país en guerra.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, invitó al pontífice a viajar al país, una visita que Franciscoreiteró en numerosas ocasiones que está dispuesto a hacer, con la mirada puesta en colaborar para poner fin a la guerra.
Desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero pasado, Francisco hizo varios llamados para detener las hostilidades y envió a representantes del Vaticano para mostrar su cercanía con el pueblo ucraniano.
Esta semana, Francisco pidió que se desbloqueen las exportaciones de granos de Ucrania y que se deje de usar la alimentación «como arma de guerra» y resaltó que «la vida de millones de personas» depende de eso.
Al comienzo de las hostilidades, Francisco criticó al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill, por las excusas que le había dado sobre la guerra con Ucrania.
Sin embargo, al analizar las posibles causas del conflicto, el Pontífice planteó que las amenazas de la OTAN de avanzar hacia las fronteras rusas podrían haber «facilitado» el conflicto.