La iniciativa fue lanzada por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y apunta tanto a aspectos culturales como económicos. El rol de las intendencias y las organizaciones sociales.
El Gobierno creó un programa destinado a mejorar la «gestión menstrual» y «reducir las brechas de desigualdad asociadas al tabú social de la menstruación y la discriminación que sufren las personas menstruantes».
Se trata del Programa Nacional MenstruAR, que está dentro de la órbita del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
La iniciativa fue creada a través de la Resolución 393/2023 firmada por la titular de la cartera feminista, Ayelén Mazzina, y publicada este martes en el Boletín Oficial.
El propósito del Programa MenstruAR es «reducir las brechas de desigualdad asociadas al tabú social de la menstruación y la discriminación que sufren las personas menstruantes». También apunta a resolver «la falta de acceso a información, productos de gestión menstrual de calidad y servicios sanitarios adecuados para gestionar la menstruación de manera saludable y sustentable«.
El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad justificó la medida al señalar que «menstruar exige una inversión económica que dificulta que miles de mujeres y LGTBI+ menstruantes puedan gestionar adecuadamente su ciclo menstrual, con consecuencias que impactan en los distintos ámbitos donde desarrollan su vida, el ámbito social, laboral, escolar, el disfrute del tiempo libre y el esparcimiento».
Además, indicó que la menstruación «suele tener una connotación negativa en muchas sociedades asociada a mitos patriarcales que la consideran sucia, contaminante, que interfiere con las actividades productivas, que genera inestabilidad emocional en las personas menstruantes y afecta su juicio».
«En Argentina más de 12.000.000 de personas menstrúan. Los productos de gestión menstrual más utilizados, como los tampones y las toallitas descartables, pueden ser hasta un 50% más costosos que el promedio de los valores de los productos de la canasta básica. Teniendo en cuenta que en un hogar puede haber más de una persona menstruante, esto puede representar una inversión muy elevada para las personas en situación de vulnerabilidad», planteó la cartera conducida por Mazzina.
Y agregó: «Quienes utilizan tampones, destinan más de una Asignación Universal por Hijo/a en el año a comprar estos productos».
Según un estudio de UNICEF publicado en 2021 y citado por el Ministerio, casi el 10% de las personas consultadas no van a la escuela durante la menstruación y el 23% siente vergüenza o incomodidad.
En Buenos Aires, en la Primera Encuesta de Gestión Menstrual de la Defensoría del Pueblo bonaerense, llevada a cabo en 2020, casi la mitad de las personas encuestadas manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad (47,9%), a eventos sociales (43,9%) y más de dos tercios (75,6%) dejó de hacer deportes durante la menstruación.
Para lograr su objetivo, el Ministerio avanzar en capacitaciones sobre gestión menstrual y educación sexual comunitaria tanto a equipos de gobiernos locales como a organizaciones sociales, así como también fomentar la producción y utilización de productos sustentables para gestionar la menstruación.
En ese sentido, se procederá a entregar copitas menstruales y toallitas reutilizables a los gobiernos locales «en el marco de la transición ecosociocultural hacia la sustentabilidad ambiental«.