El sismo afectó a la provincia de Surigao del Sur, en la isla de Mindanao, y las autoridades filipinas solicitaron desplazarse de las zonas costeras hacia el interior. En tanto, las autoridades chilenas aseguraron que «no hay condiciones» para que ocurra un fenómeno similar sobre sus costas.
Un terremoto de 7,6 de magnitud en la escala de Richter afectó a la provincia de Surigao del Sur, en la isla de Mindanao, por lo que las autoridades de Filipinas solicitaron a la población de zonas costeras a desplazarse hacia el interior debido a que rige una alerta de tsunami en la zona.
En tanto, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres de Chile señaló que no hay «condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas» de este país por el movimiento telúrico al otro lado del océano Pacífico.
El sismo se produjo a una profundidad de 32 kilómetros hacia las 22.37 locales (11.37 de Argentina), a unos 21 kilómetros al noroeste del municipio de Hinatuan, en la isla de Mindanao, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El temblor fue seguido de una fuerte réplica de magnitud 6,4, agregó el USGS.
En tanto, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) informó que el sismo en Filipinas no reunía las condiciones necesarias para generar un tsunami en el país trasandino.
«Se espera un tsunami devastador con olas cuya altura representa una amenaza para la vida», declaró el Instituto filipino de Vulcanología y Sismología en la red social X.
En su advertencia a las poblaciones cercanas, añadió que se espera que olas de más de un metro de la media alcancen la costa e instó a la población de las provincias de Surigao del Sur y Davao Oriental a «evacuar inmediatamente» el lugar hacia zonas más altas o más hacia el interior.
Asimismo, los propietarios de barcos recibieron la orden de asegurar sus embarcaciones y alejarse de la costa, precisó la agencia de noticias AFP.
Si bien hasta este sábado no se habían informado víctimas, ni daños materiales, el sargento de la policía de Hinatuan, Joseph Lambo, recalcó que el terremoto fue «muy fuerte».
«Ahora mismo no tenemos noticias de daños o víctimas pero la gente está evacuando debido a la alerta de tsunami», acotó.
Además, indicó que 45.000 residentes en el municipio se dirigían a pie o en vehículos hacia zonas más altas ya que recibieron la orden de abandonar sus casas.
Dyl Constantino, de 25 años, un poblador de la isla de Siargao, señaló que «fue el terremoto más largo y fuerte que he vivido, probablemente duró unos cuatro minutos».
Anna Quinones, funcionaria de situaciones de emergencia en la ciudad de Davao, afirmó que «la marea todavía está alta» pero que «no notamos nada inusual».
El terremoto se produjo casi dos semanas después de que otro sismo de magnitud 6,7 golpeara Mindanao, donde hubo nueve muertos y derrumbes en el techo de un centro comercial.
Los sismos son habituales en Filipinas, que se sitúa a lo largo del «Anillo de Fuego», un arco de intensa actividad sísmica y volcánica que se extiende desde Japón hasta el Sudeste Asiático y la cuenca del Pacífico.
Fuente: Télam.