Con un gol de Sebastián Villa tras un error entre González Pírez y Franco Armani, Boca derrotó a River 1-0 en el Monumental. Agustín Rossi fue figura.
No pudo ser para River, que convirtió en figura a Agustín Rossi y cometió un error garrafal en el fondo tras un desentendido entre Leandro González Pírez y Franco Armani que terminó en una avivada de Sebastián Villa para la victoria del equipo de Sebastián Battaglia, en el Monumental, por la séptima fecha de la Copa de la Liga.
El Xeneize fue un equipo renovado en el segundo tiempo después de un periodo inicial en el que el Millonario dominó. Y, a partir de la ventaja que consiguió a los 53 minutos, el elenco boquense se sostuvo gracias a su arquero y la ineficiencia del dueño de casa para concretar las ocasiones que generó.
El único gol de la noche de Núñez surgió por un desentendido en una pelota que parecía controlada para River. Pirez quiso aguantar de espaldas y esperar que Armani la tome con los guantes. Pero ninguno de los dos se puso de acuerdo y Villa se adelantó para capturar el balón, dejar en el camino al guardameta del Millo y dar el toque sutil al fondo de la red.
Entonces River entró en la desesperación, Boca jugó con los tiempos y Rossi hizo de las suyas. Instantaneamente después del 1-0, el uno le tapó una clarísima a Álvarez. Luego, desvió al córner un tiro libre de Juanfer Quintero y más tarde fue ayudado por el travesaño en un disparo de Enzo Fernández desde afuera del área. Pero la más destacada fue un manotazo a Palavecino tras un cabezazo que se metía por arriba.
River falló y falló. No le encontró la vuelta para doblegar la última línea y lo perdió por los detalles. Boca se lo llevó por estar atento, porque el rival estuvo con la pólvora mojada y porque tiene un arquero cada vez más sólido. Gran triunfo del equipo de Sebastián Battaglia, que ganó dos partidos al hilo y sigue afianzado en zona de clasificación.