En un partido vibrante, bajo un diluvio y con polémicas, Boca y el Rojo terminaron igualados en Avellaneda
Independiente y Boca empataron 2-2 este sábado por la cuarta fecha de la Copa Liga Argentina en el Estadio Libertadores de América. El encuentro tuvo un desarrollo cambiante, con un Darío Benedetto inspirado en el Xeneize pero insuficiente para torcer la perseverancia local, una expulsión que debió ser y otra que sonó a mucho, y el epílogo a puro diluvio en el que el árbitro Facundo Tello metió la cuchara con un párate a poco del final.
La historia se reanudó 25 minutos más tarde, luego de que un grupo de empleados del Rojo trataran de dispersar los charcos de agua con secadores. Finalmente, nada se modificó y el 2 a 2 dejó diferentes sensaciones en ambos equipos.
En la misma línea, Carlos Izquierdoz también fue duro contra Tello. «Insaurralde se tendría que haber ido antes de la cancha, la expulsión de Fabra para mí en la segunda amarilla ni cuenta se dio que lo había amonestado antes. Benegas le había pegado antes un patadón a Advícula y no le sacó nada», dijo el capitán xeneize. Y agregó: «Se equivoca en jugadas puntuales. El árbitro tiene que ver esas cosas, te cambia la historia del partido. Después uno le habla bien y te contesta de cualquier forma. Es bravo, uno después tiene que estar tranquilo y no volverse loco cuando no le hacen las cosas fáciles. Tenemos que bajar un cambio y respetarnos un poco entre todos».
En la vereda de enfrente, Eduardo Domínguez salió a responder las acusaciones de Boca. «No quisimos sacar ventaja, estuvimos lejos de eso», aseguró el entrenador del Rojo después de que algunos jugadores cuestionaran que los hombres que utilizaban los secadores para drenar el campo de juego sólo lo hacían en el área que en esos momentos defendía Agustín Rossi. «No sé qué decir de lo que apuntan en Boca», reiteró el técnico.