La actriz dio su alegato final y se refirió a las consecuencias de ser difamada por su ex. “La gente quiere poner a mi bebé en el microondas, me dicen eso”, reveló.
El mediático juicio por difamación entre Johnny Depp y Amber Heard está entrando en la recta final. La actriz volvió a subirse al estrado este jueves para completar su alegato e hizo un profundo descargo sobre las consecuencias que el proceso está teniendo en su vida fuera del tribunal del condado de Fairfax, Virginia, Estados Unidos.
Su declaración tuvo algunos pasajes muy fuertes, donde contó que su vida se volvió una verdadera pesadilla en el último tiempo y no pudo evitar romper en llanto al enumerar distintas situaciones. “Me acosan, humillan y amenazan todos los días”, dijo sobre la actitud que tienen muchos de los fans de su ex tanto en las redes sociales como en la vía pública.
La coprotagonista de Aquaman remarcó que para ella no es sencillo revivir todo lo que vivió durante su matrimonio con la estrella de Piratas del Caribe y que su relato sea utilizado posteriormente para degradarla en otros ámbitos. “La gente me quiere matar y me lo dice todos los días”, indicó.
Además, dijo que la violencia escaló a un punto en el que su familia también podría correr riesgos. Y en ese sentido, aseguró que sufrió una amenaza referida a Oonagh Paige, su hija de tan solo un año de edad: “La gente quiere poner a mi bebé en el microondas, me dicen eso”.
Amber Heard contrastó su comportamiento y el de Johnny Depp durante el juicio
Durante un pasaje de sus declaraciones, Amber Heard contrastó su comportamiento con el que Johnny Depp tuvo a lo largo del juicio. “No me sentaré en esta sala del tribunal riéndome y haciendo chistes sarcásticos. Esto es horrible, doloroso y humillante para cualquier ser humano. Quizás es fácil olvidar eso, soy un ser humano”, indicó.
Y añadió. “No me merezco esto. Los ataques contra mí, la campaña que Johnny ha provocado que millones de personas hagan en su nombre, me torturan”.
La actriz sostuvo que su situación es tan delicada que todo su entorno tiene que cumplir distintas reglas para que ella no tenga un ataque de pánico. “Me tiemblan las manos, me despierto gritando… mis amigos tienen que vivir con un conjunto de reglas tácitas sobre cómo no asustarme, cómo no tocarme, cómo no sorprenderme. Las parejas íntimas tienen reglas sobre cómo pueden tocarme. Tengo reglas sobre los profesionales médicos… ginecólogos que veo”, relató.
Hacia el final, Heard remarcó que no le desea ni a su “peor enemigo” atravesar el calvario que ella está viviendo. “La gente se burla de mi testimonio sobre haber sido agredida. Burlarse de… ha sido agonizante, doloroso y humillante por lo que he tenido que pasar. Espero que nadie tenga que pasar por algo así”, completó.