ADEPA mostró su preocupación por la “apelación al odio contra los periodistas” de parte del Gobierno

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas publicó un fuerte descargo en repudio de las declaraciones de Javier Milei y Luis Caputo contra la prensa.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) publicó un fuerte descargo en repudio de las declaraciones del presidente Javier Milei y sus funcionarios en contra de los periodistas.

“Vienen reiterando una apelación al ‘odio’ contra los periodistas que entendemos puede ser riesgosa para la sana convivencia democrática”, expresaron.

Días atrás, el Presidente usó sus redes sociales para cuestionar una editorial del periodista Carlos Pagni y expresó: “Siempre mienten…Por ende: no odiamos lo suficiente a los periodistas”.

Lejos de retractarse, en las últimas horas volvió a manifestarse contra la prensa en términos violentos: “Cada día más evidente el accionar de los corruptos ensobrados. Bien les vale el mote de sicarios con micrófonos”.

En esa línea, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó: “Que el periodismo tome nota y cambie. Es una profesión que tiende a desaparecer. Y nada tiene que ver este gobierno. Es puro mérito propio”.

Ante eso, ADEPA hizo público un extenso descargo donde cuestionó duramente que la libertad de expresión y la labor periodística hayan sido objeto de debate: “El presidente, algunos funcionarios y numerosos militantes vienen reiterando una apelación al odio contra los periodistas que entendemos puede ser riesgosa para la sana convivencia democrática“.

“Ser criticados, debatidos y replicados es parte de nuestro trabajo. Y bienvenidas sean las nuevas herramientas que hay para auditarnos. Pero una cosa muy distinta es apelar al odio. Un odio que ha sido dramático en nuestra historia. Un odio que por su propia definición invita a excluir al otro, llegando a augurar su desaparición, en este caso como profesión. Pero el periodismo no va a desaparecer mientras alguien quiera que le cuenten lo que otros no quieren que se sepa”, remarcaron desde la entidad.

El descargo completo de ADEPA sobre las declaraciones del Gobierno contra la prensa

En los últimos días, la libertad de expresión y la labor periodística han sido objeto de debate público. El presidente, algunos funcionarios y numerosos militantes vienen reiterando una apelación al odio contra los periodistas que entendemos puede ser riesgosa para la sana convivencia democrática.

Sin duda la libertad de expresión nos incluye a todos. Desde el ciudadano común hasta el político más encumbrado, desde el juez hasta el acusado, desde el artista hasta el periodista.

ADEPA siempre ha defendido la libertad de expresión como un derecho de todos, tal como marca la Constitución Nacional.

A su vez, también hemos reiterado que el periodismo tiene una función específica en la sociedad.

Aunque algunos digan que es una mera actividad económica, las democracias liberales de Occidente le confieren un papel constitucional: examinar al poder, auditar la cosa pública, facilitar el acceso a la información, favorecer el debate argumentado.

No es un privilegio, ni siquiera una exclusividad. Cualquiera puede hacerlo y las nuevas tecnologías han bajado las barreras para ello. Pero hacer periodismo requiere más que repetir eslóganes, elevar la voz y multiplicar agravios.

El oficio periodístico está lleno de profesionales que se arriesgan en territorios tomados por el narcotráfico, que sufren represalias por desnudar la corrupción o un negociado, que se exponen físicamente para cubrir una emergencia o un hecho de inseguridad. Por ese trabajo, por esas caras, conocidas y anónimas, la sociedad puede tener una base común para el diálogo social y para abordar los problemas.

Como ha dicho ADEPA, nadie tiene infalibilidad. Los medios y los periodistas cometemos errores, y damos cuenta de ellos todos los días. La audiencia nos somete a prueba, nos exige correcciones y nos obliga a mejorar para volver a elegirnos. Ser criticados, debatidos y replicados es parte de nuestro trabajo. Y bienvenidas sean las nuevas herramientas que hay para auditarnos.

Pero una cosa muy distinta es apelar al odio. Un odio que ha sido dramático en nuestra historia. Un odio que es la antítesis de la convivencia pacífica. Un odio que por su propia definición invita a excluir al otro, llegando a augurar su desaparición, en este caso como profesión.

Pero el periodismo no va a desaparecer mientras alguien quiera que le cuenten lo que otros no quieren que se sepa. Podrán cambiar los medios, los lenguajes y las tecnologías. Podrán sumarse nuevas generaciones de comunicadores de los más diversos estilos.

Pero las audiencias seguirán buscando estar informadas. Y para eso estamos.

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