El Papa arrastra un fuerte dolor por el que recibe infiltraciones y que ya lo obligó a suspender diversos encuentros. La semana pasada no pudo presidir la celebración de Vigilia y se limitó a leer la homilía desde un sillón.
A causa del tratamiento que realiza por los dolores en su rodilla derecha, el papa Francisco pospuso «con pesar» para una nueva fecha a definir el viaje que tenía previsto realizar a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur del 2 al 7 de julio próximo, informó el Vaticano.
«Acogiendo la petición de los médicos y para no comprometer los resultados de la terapia a la que aún se está sometiendo en la rodilla, el Santo Padre, con pesar, se ve obligado a posponer el viaje apostólico», anunció este viernes el vocero papal Matteo Bruni en un comunicado.
Jorge Bergoglio, de 85 años, arrastra desde inicios de año un fuerte dolor en la rodilla derecha por el que recibe infiltraciones y que ya lo ha obligado a suspender encuentros y a bajar la carga de trabajo para poder rehabilitarse.
El viaje a África obligaba al Papa a dar 12 discursos en seis días y a recorrer 15.800 kilómetros en menos de una semana
La nueva fecha, planteó Bruni, está «por definir».
Según el programa que había sido divulgado por el Vaticano hace dos semanas, el pontífice tenía pensado partir desde Roma en la mañana del sábado 2 de julio hacia República Democrática del Congo y regresar el jueves 7 por la tarde desde Sudán del Sur.
El viaje a África obligaba al Papa a dar 12 discursos en seis días y a recorrer 15.800 kilómetros en menos de una semana.
Por el momento, se mantiene el viaje previsto a Canadá con visitas a las ciudades de Edmonton, Iqaluit y Quebec entre el 24 y el 30 del mes que viene.
A causa del dolor en la rodilla, el Papa inició a fines de abril una reducción de actividades y mudó algunas de sus audiencias desde la Biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico al salón de la planta baja de la Domus Santa Marta, en la que vive en el Vaticano.
De todos modos, según supo Télam, el pontífice planteó a algunos interlocutores en los últimos días que por el momento no se va a operar de la dolencia.
Durante las celebraciones de Pascua de la semana pasada, Francisco no pudo presidir la celebración de Vigilia, sino que se limitó a leer la homilía desde un sillón para reducir los desplazamientos, entre otras restricciones.
A causa del dolor, el Papa debió además ausentarse de la procesión del último domingo de ramos, el 10 de abril.
«Tengo este problema en la rodilla que provoca problemas de deambulación, en el caminar, es un poco molesto, pero va mejorando, al menos puedo andar. Hace dos semanas no podía hacer nada. Es algo lento; veamos si vuelve a estar como antes, pero está la duda. A esta edad no se sabe cómo terminará el partido, esperemos que vaya bien», había planteado a inicios de abril en diálogo con la prensa.
Francisco explicó por primera vez que tiene inflamado un ligamento en la rodilla que le obliga a reducir sus movimientos, aunque calificó a la dolencia como «algo pasajero»
El 26 de enero, Francisco explicó por primera vez que tiene inflamado un ligamento en la rodilla que le obliga a reducir sus movimientos, aunque calificó a la dolencia como «algo pasajero».
«Me han dicho que le pasa sólo a los viejos, así que no sé por qué me ha pasado a mí», bromeó durante la Audiencia General en el Vaticano.
También a mediados de enero, Bergoglio había tenido que leer un discurso sentado ante un grupo católico por molestias en la pierna.
El año pasado, el Papa fue intervenido en el colon, en una operación por la que estuvo diez días internado en el hospital Gemelli de Roma, en el período más largo que pasó fuera de su casa de residencia Santa Marta desde que fue elegido pontífice en marzo de 2013.
A fines de 2020, el Papa ya había suspendido algunas actividades por una «dolorosa ciática» que le traía molestias para desplazarse y caminar.