Francisco advirtió que la guerra en Ucrania «amenaza al mundo entero»

«Antes de que termine la emergencia sanitaria, el mundo entero debió afrontar un nuevo desafío trágico, la guerra actualmente en curso en Ucrania», planteó el Papa.

El papa Francisco advirtió este viernes que la guerra iniciada en Ucrania tras la invasión rusa de fines de febrero «amenaza al mundo entero», al tiempo que envió un nuevo mensaje al Patriarca Ortodoxo Cirilo para que tome distancia de las justificaciones al conflicto.

«Antes de que termine la emergencia sanitaria, el mundo entero debió afrontar un nuevo desafío trágico, la guerra actualmente en curso en Ucrania»; planteó el Papa al recibir en el Vaticano a miembros del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.

Para Francisco, «después del fin de la Segunda Guerra Mundial no faltaron guerras regionales, tanto que, a menudo, hablo de una Tercera Guerra Mundial de a partes, esparcida por todos lados».

La referencia del Papa a la conciencia de los cristianos parece apuntar al Patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, un aliado de Vladimir Putin cuya postura belicista Bergoglio ha criticado


En ese marco, por primera vez desde iniciada la invasión rusa, Jorge Bergoglio advirtió que esta guerra «cruel e insensata como toda guerra, tiene una dimensión mayor y amenaza al mundo entero».

Así, para el Papa, el conflicto «no puede no interpelar la conciencia de toda cristiano y de cada una de las Iglesias», según dijo frente al grupo que participa de la sesión plenaria del organismo vaticano dedicado al ecumenismo..

La referencia del Papa a la conciencia de los cristianos parece apuntar al Patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, un aliado de Vladimir Putin cuya postura belicista Bergoglio ha criticado.

De hecho, esta semana Francisco recibió duras críticas de la Iglesia rusa tras haber considerado a Cirilo un «monaguillo» de Putin luego de las repetidas justificaciones del líder religioso ortodoxo a la invasión rusa.

Francisco y Cirilo, que protagonizaron en 2016 el primer encuentro de alto nivel entre líderes católicos y ortodoxos en mil años, tenían previsto reunirse en junio en Jerusalén pero las diferencias explícitas en torno a la guerra llevaron a posponer la reunión.