El gobernador Ricardo Quintela visitó este jueves la curtiembre de Nonogasta en el marco de su reactivación, luego de permanecer cerrada durante dos años. En la oportunidad, el mandatario expresó su alegría al ver a los trabajadores reincorporarse a sus fuentes laborales.
Quintela indicó que “ver a los trabajadores reincorporarse, ver funcionar las máquinas, ver curtir el cuero, nos llena de satisfacción”. Agregó que “se hizo una inversión muy fuerte y se piensa seguir invirtiendo para el cuidado del medioambiente”.
Precisó que la fábrica se está reacondicionando por sectores y se requiere un trabajo enorme. “El Estado sigue acompañando, ayudando y estimulando al inversor, a los profesionales y a la sociedad de Chilecito que vuelva a tener una fábrica que fue insigne”, afirmó.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Empleo e Industria, Federico Bazán, dijo que “hoy es un día de mucha emoción. Cuando asumimos la gestión sin lugar a dudas, esta empresa se transformó en el principal problema que teníamos. Nuestra industria comenzó a ver signos de revitalización y teníamos este problema de un empresario que se fue. Después de un largo peregrinar, una larga gestión del gobernador, que acompañamos todo el equipo, pudimos conseguir una nueva empresa que se haga cargo”.
Además, indicó que “hay un plan claro para poner a la empresa de nuevo a vender en los mercados internacionales con estándares de producción y estándares de cuidado de medio ambiente y sobre todo esto es un plan concreto para en pocos meses seguir incorporando mucha gente”.
“Fueron incorporados 65 trabajadores y paulatinamente se van a ir sumando más, a partir del 1 de febrero próximo 120 y apuntamos a que esto siga creciendo”, precisó.
El titular de la empresa Óscar Ghezz, indicó que “esta semana nos pusimos en marcha, fueron meses de planificación”. A la vez, destacó “el trabajo conjunto, público y privado”. “Vamos a llegar a las 400 personas incorporadas para empezar a crecer”, afirmó.
“Le pongo mucho valor a la gente que ha cuidado esto, hubiera resultado casi imposible sin el cuidado de los trabajadores”, dijo.
“Empresarialmente lo hemos asumido como un gran desafío, con una gran inversión para nuestra empresa pero convencidos de que esto tiene futuro”, recalcó.
Pablo Alvarez, trabajador de la curtiembre, sostuvo que “gracias a Dios vamos a seguir trabajando con la esperanza de que vuelvan todos los compañeros. Fue importante volver y ver que las máquinas están comenzando a funcionar”.
Cabe destacar que en la actualidad hay 65 personas incorporadas al desarrollo de las tareas laborales y a partir del 1 de febrero serán 120 y al cabo de 3 o 4 meses más, se prevé llegar a los 400/450 empleados.