Tras ser retenido largas horas en el aeropuerto de Melbourne, el N°1 del mundo no podrá jugar el primer Grand Slam ya que no pudo justificar la exención de vacunas. Además, miembros de su equipo no tenían las visas correctas.
Novak Djokovic no recibió el permiso por parte de las autoridades australianas para poder ingresar al país y disputar, así, el Abierto de Australia. Deberá volver a Serbia en el próximo vuelo, según adelantó el sitio australiano The Age.
“La Fuerza Fronteriza de Australia (ABF, por sus siglas en inglés) continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada. La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, señala el comunicado emitido por el organismo.
Djokovic, que quedó varado en el aeropuerto Tullamanrien de Melbourne durante la noche, recibió una carta del gobierno australiano que decía que se le había denegado la visa y que sería deportado, dijo a Reuters una fuente cercana al torneo.
El tenista estaba presentando una orden judicial para evitar su deportación, agregó la fuente.