Lucas González tenía 17 años y era jugador de las inferiores del club Barracas Central. Permanecía internado en el Hospital El Cruce de Florencio Varela tras recibir dos disparos en la cabeza.
Lucas González era futbolista de Barracas Central y murió esta tarde en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde permanecía internado tras recibir dos disparos en la cabeza presuntamente por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires mientras volvía de entrenar.
Según la primera información de la fuerza de seguridad, el joven junto a tres amigos eran «cuatro delincuentes» que quisieron escapar del control y por eso dispararon. Sin embargo, la madre de la víctima denunció que se trató de un caso de gatillo fácil donde los efectivos «tiraron a matarlo» y luego le «plantaron» el arma para simular un enfrentamiento.
«Es un caso de gatillo fácil porque no pueden sacar un arma y dispararle a unos pibes. Esa gente no está capacitada para andar con un arma», expresó la mujer en diálogo con los medios de comunicación.
Esta tarde varios familiares y amigos realizaron una manifestación para pedir justicia. Por su parte, el club Barracas se pronunció a través de sus redes sociales y se puso a disposición para poder colaborar con la causa.
«Con infinita tristeza hoy despedimos a Lucas. El Club adhiere al dolor y la importancia ante lo sucedido. Pedimos respeto a la familia y que nos acompañen a abrazarlos en este irreparable momento. El Club dispuso tres días de duelo sin actividades sociales y deportivas. Nuestras condolencias a los familiares, amigos, compañeros de Lucas y pedimos JUSTICIA”, indicó el comunicado», indica el comunicado emitido por la Institución.