Antes hubo negociaciones de las que participaron la AFA, la Conmebol y la FIFA. Todo parecía encaminarse para que la situación quede en anécdota. Finalmente no fue una anécdota sino un escándalo sin precedentes.
Una situación insólita empañó el clásico por las Eliminatorias entre Argentina y Brasil, que obligó a suspender el partido. Todo ocurrió a raíz de que la autoridad sanitaria local impidió que cuatro jugadores argentinos disputen el encuentro por cuestiones vinculadas al protocolo contra el Covid-19.
Pese a que todo parecía acordado para que puedan jugar Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía, acusados de haber falseado una declaración sanitaria que obliga a hacer cuarentena a quienes estuvieron en los últimos 14 días en el Reino Unido, la situación derivó en un escándalo.
La Argentina había llegado al país sin ninguna objeción de las autoridades sanitarias tras haber jugado en Venezuela. En la noche del sábado surgió una comunicación de Anvisa indicando esos cuatro jugadores no podían jugar el partido porque al haber estado en Inglaterra haces menos de 14 días, y el protocolo les impedía participar.
Sin embargo, existe un acuerdo para que estas situaciones estén contempladas y los planteles puedan saltar esos protocolos siempre que se mantengan en un esquema de burbuja. Así se jugó la Copa América en Brasil y así se juega la Copa Libertadores
Pero el gobierno brasileño insistió y dispuso un operativo policial para evitar que los cuatro jugadores se dirijan al estadio. Incluso se habló de llevarlos demorados para luego deportarlos apenas intentaran salir del hotel.