El jueves en la noche, la fuerza de seguridad casi en su conjunto se congregó en la plaza principal de la ciudad para reclamar mejoras salariales. Se acuartelaron unas horas pero luego desistieron en la medida tras dialogar con sus superiores.
El comisario René Molina, uno de los jefes de la Policía dialogó con sus subordinados e hizo que declinaran en la protesta.
En tanto, el gobernador Quintela los recibirá el martes para conocer sus inquietudes e intentar llevarles soluciones.