Ante la atenta mirada de los jueces Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, el Presidente salió al cruce del máximo tribunal y advirtió que su accionar es de una «gravedad institucional mayúscula».
Tal como se esperaba, uno de los puntos centrales del discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa tuvo como protagonista al Poder Judicial, en general, y en particular a la Corte Suprema de Justicia. El mandatario volvió a cuestionar al máximo tribunal y reclamó contra las intromisiones «por asalto» en el Consejo de la Magistratura. Además, salió al cruce de las críticas y aclaró: “No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia».
Las críticas de Fernández a la Corte llegaron casi una hora y media después del inicio de la intervención ante la Asamblea Legislativa, y ante la atenta mirada de los únicos dos jueces del máximo tribunal que asistieron, el presidente del cuerpo, Horacio Rosatti, y el vice, Carlos Rosenkrantz. El mandatario hizo alusión a la independencia de poderes del Estado y recordó que, al asumir, “prometió ponerle fin a los sótanos de la democracia”.
“Lo hice. El personal de inteligencia del Estado ya no se vincula con los jueces. Los recursos de la AFI son públicos. No existen operadores que en nombre del Gobierno compran voluntades judiciales. No hay escuchas ni intromisiones en la privacidad de ningún ciudadano. El espionaje interno ya no existe”, enumeró. «Esto es así mal que le pese a cualquiera», dijo en medio del griterío de la oposición.
En este punto, hizo referencia, sin nombrarlo, a la última filtración de chats protagonizados por el ministro porteño en licencia, Marcelo D’Alessandro, donde conversa con diversas figuras del Poder Judicial, entre ellos, con Silvio Robles, mano derecha de Rosatti.
“El poder Judicial no cuenta con la confianza pública”
“Lamentablemente, el Poder Judicial hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos”, denunció a la par que dijo que “los ejemplos abundan”.
Además del viaje a Lago Escondido, Fernández mencionó el fallo de la Corte que intervino sobre la organización de los bloques del Congreso, el que ahondó sobre la ley de Coparticipación y el que modificó el funcionamiento del Consejo de la Magistratura.
“La gravedad institucional que todo eso supone es mayúscula. Quiero llamar la atención de todos los argentinos y argentinas sobre esto. Si aquella reforma de la Justicia Federal hubiera prosperado y si la Corte Suprema no hubiera tomado por asalto al Consejo de la Magistratura, hoy Santa Fe no estaría padeciendo la carencia de tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que se ha extendido en ese territorio”, se lamentó.
Entretanto, la oposición salió fuertemente al cruce del mandatario, con gritos que irrumpieron la alocución durante varios trayectos de la lectura.
Críticas a la Corte Suprema
Por eso, Fernández respaldó el pedido de juicio político a los magistrados y le contestó a quienes aseguran que es inconstitucional. “Cualquier argumento que sostenga que el reclamo es violatorio de la República o del Estado de derecho, es falso”. Solamente tienen que ir y leer el artículo 53 y 59 de nuestra Constitución Nacional”, explicó.
De este modo, enfatizó: “No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia. Yo cumplí con mi parte. Reclamo en defensa del Estado de Derecho. No me aparto un solo centímetro del estricto respeto a la Constitución Nacional. No somos nosotros quienes atentamos contra la Constitución, los que atentaron fueron los que armaron mesas judiciales que persiguieron a periodistas, jueces, opositores y hasta sus propios compañeros».
«Solo quiero dejar en claro quién respeta la república y quiénes no. Nosotros no designamos jueces de la Corte Suprema por decreto. Tampoco tergiversamos leyes mediante decretos reglamentarios para que nuestros parientes pudieran blanquear dinero”, insistió, apuntando dúramente al macrismo. En otro tramo, y sin mencionarlo, apuntó con dureza a Fabián «Pepín» Rodríguez Simón, el operador del macrismo que está prófugo hace 813 días.
Repudio a la condena contra Cristina Kirchner, pero sin hablar de proscripción
Finalmente, el Presidente cuestionó la condena contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y aseguró que el juicio fue una “simulación” donde “no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política”.
Para Fernández “se castiga” a Cristina Kirchner por lo que es y no por lo que hizo. “Presumen el dolo, castigan por cierto criterio de responsabilidad objetiva e imponen el derecho penal de autor. Cualquier estudioso del derecho penal se asombraría ante semejante retroceso”, dijo.
Y terminó: “Los tribunales aún tienen tiempo de reponer el imperio del derecho y acabar con tantas tropelías cometidas invocando a la Justicia. Levantamos nuestra voz porque el reclamo de justicia cobra vigencia una vez más cuando el derecho se tuerce por el odio y la persecución política”.