Una visión autocrítica bastante subjetiva.
La pregunta que da nombre a esta columna de opinión, no me pertenece, pero me la hice varias veces durante este período eleccionario.
El pueblo argentino votó en elecciones presidenciales y eligió a Javier Milei como presidente de la República Argentina por el periodo 2023-2027.
Todo indicaba que así sería, que Milei Iba a ganar pese a decir todo lo que dijo que hará y el 54 % de los votos (o muchos de ellos) lo votaron, pensando que no hará lo que dijo que haría, sólo los motivó el hecho de poner fin a un gobierno inflacionario, que no pudo revertir en 4 años, el daño ocasionado en el gobierno del presidente Macri.
Nada importan ya los miles de análisis y exposiciones sobre lo que podría significarse un eventual gobierno atado a sus propuestas electorales, inscriptas en su plan de gobierno. Sin embargo, la mayor parte de la sociedad solo pensó en la difícil situación económica diaria que nos toca vivir. Los argumentos sobre los motivos de las caídas y consecuencias del momento que atravesamos, no sirven de nada. La sociedad Argentina Eligio democráticamente una opción con la esperanza de mejorar su economía y llenar la heladera, esa que propusimos llenar en 2019 y no colmamos expectativas, nada más.
Ahora bien ¿que nos hacía pensar a los peronistas que la podíamos ganar? Sinceramente, no lo sé. Es algo que sucedía, que nos invadía y nos daba esperanza, nos motivaba quizás el miedo a las propuestas Milei-villarruel y sus formas, se exponían frases como “es imposible que la sociedad vote por educación y salud privada”, “es imposible que gane un negador de la dictadura”, “No va a ganar un loco”, etc. etc.
El peronismo ante esto, no pudo pese a sus esfuerzos, frenar una decisión silenciosa o incluso avergonzarte de decir yo lo voto.
No pudimos justificar y llegar a la sociedad con un mensaje de esperanza en materia de salud, educación, derechos humanos, industria, trabajo, seguridad y otros tantos temas porque la realidad no condice en lo que queríamos exponer y proponer, sumado a un pedido de perdón tardío. Este gobierno tiene números buenos en muchos ámbitos, la recuperación del empleado, por ejemplo, se veía empañada por la inflación que genera pobreza, pagarle al fondo una deuda que no era de este gobierno se empaña con los números de indigencia, la austeridad económica de las familias Argentina por la crisis y la inflación empañada por el derroche y la ostentación de los funcionarios públicos (no todos, pero si muchos).
Ahora bien, cambiemos la pregunta inicial: ¿Por qué perdió el peronismo?
¿Por el contexto internacional? ¿Por la deuda del fondo? ¿Por la sequía? ¿Por las guerras?
¿Por las vacunas vip? ¿Por la fiesta de olivos? ¿Por todo esto junto?
No lo sé, quizás fue por un poco de todo, pero sobre todo porque el peronismo dejó de ser y hacer peronismo. Se olvido de las políticas tendientes a mejorar la calidad de vida de la gente, cambió el orden de prioridades, no escucho, no corrigió, sobró y subestimó a la sociedad y al candidato opositor.
Los peronistas sabemos de derrotas, y este no es el fin de nada, este debe ser el principio de un recambio generacional, no solo de edad, sino también y principalmente, de ideas.
Creo que serán 4 años de aprendizaje, de lucha y resistencia. El presidente electo y su equipo de gobierno no tienen demasiado margen. El triunfo del 19/11, no le entrega un cheque en blanco, todo lo contrario, creo que la sociedad espera soluciones rápidas, casi tan apresuradas como la carrera política de Milei.
Desde el peronismo, en todas sus líneas, tenemos la enorme responsabilidad de ser custodios de la institucionalidad y esta vez volver mejores.
Heber Sirerol.