Los rescatistas continúan la búsqueda entre los escombros tras el potente seísmo del sábado, que ha dejado al menos 5.700 heridos y miles de casas destruidas en el suroeste del país
Los haitianos de las zonas afectadas por el terremoto de magnitud 7,2 que el sábado dejó al menos 1.297 muertos y miles de heridos han pasado la noche a la intemperie ante el temor de que las nuevas réplicas, que se han extendido desde el sábado, empeoren la situación y derrumben las casas que quedaron en pie.
Este domingo, mientras la tormenta tropical Grace avanza por el Caribe en dirección a esa isla, los rescatistas avanzaban las labores de búsqueda de supervivientes a contra reloj.La tarde de este domingo, las autoridades de protección civil actualizaron la cifra de víctimas: al menos 1.297 muertos, 5.700 heridos y miles de casas destruidas por un sismo que ha despertado los temores del potente terremoto de magnitud similar que en 2010 dejó 300.000 fallecidos.
“En Los Cayos estamos muy impactados. Mucha gente ha pasado la noche en la calle porque las casas están muy afectadas y no ha parado de temblar la tierra”, le dice a EL PAÍS Jenel Loubeau desde esa ciudad de cerca de 90.000 habitantes, una de las principales de la costa suroeste, la más afectada por el potente temblor que tuvo su epicentro cerca de Saint-Louis du Sud, a unos 160 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital.
Según explica este estudiante de 23 años, quienes no han perdido sus viviendas temen volver a ellas por las nuevas réplicas, que no han dejado de sentirse desde el terremoto del sábado.